En Costa Rica la sostenibilidad no es un eslogan, es parte de nuestro ADN. Y cuando hablamos de la industria de reuniones, el Centro de Convenciones de Costa Rica (CCCR) se convierte en una vitrina viva de cómo los eventos pueden dejar un legado positivo más allá de los días en que suceden.
Un recinto diseñado para inspirar
Desde su concepción, el CCCR fue pensado bajo principios bioclimáticos: ahorro de agua y energía, sistemas de captación de lluvia, áreas verdes reforestadas y un diseño que se integra con el entorno. Así, cada evento inicia con una ventaja ambiental: menos consumo de recursos y más eficiencia en cada detalle.

Más que eventos: motores de cambio
En nuestro país se realizan congresos y encuentros que giran en torno a la sostenibilidad, la innovación y la economía verde. Estas actividades no solo posicionan a Costa Rica como un destino responsable, también generan aprendizajes que se multiplican en hoteles, proveedores y comunidades locales.

De la intención a la acción
Hoy los organizadores internacionales buscan algo más que un buen espacio: quieren medir su huella, compensarla y comunicar resultados. Desde el CCCR trabajamos con aliados y proveedores locales para ofrecer herramientas que permitan medir, reducir y reportar el impacto ambiental de cada evento. La transparencia se ha convertido en parte de la experiencia.
El verdadero legado
El impacto de un evento sostenible va mucho más allá del recinto. Genera economía responsable, fortalece proveedores locales, fomenta innovación y deja capacidades instaladas en nuestra gente. Ese es el verdadero legado: eventos que inspiran, transforman y elevan el estándar de toda la industria en Costa Rica.

En el Centro de Convenciones de Costa Rica estamos listos para acompañar a organizadores y empresas a dejar su huella positiva. Porque aquí, cada evento cuenta, y juntos podemos demostrar que la sostenibilidad no es el futuro: es el presente.